acá el juego es distinto

Cuando entré al jardín tenía 4 años, mis papás decidieron que entre a esa escuela porque ahí también estudiaba mi hermano (3 años mayor a mí) entonces él me cuidaría, luego me cambiaron a un colegio de monjas donde solo estudiaban niñas y prácticamente ahí terminó lo que se llamaría la "interacción normal con gente del género opuesto".

Coincidió que juuuuusto en esas etapas en que las hormonas empiezan a saltar como canguil mi familia y yo nos cambiamos de casa y de lo que sería un conjunto habitacional lleno de adolescentes que conocían y entraban a la vida del alcohol y la mala vida pasamos a... un lugar solitario y alejado de la civilización, con full vecino adolescente prepi y criticón, esto llevó a que prefiera estar en la casa que fingiendo que la vida es hermosa con gente así.

Luego entré a la universidad, ahí las hormonas ya estaban bajo control (jajaja), para ese tiempo ya llevaba largo rato con un chico que es 9 años mayor a mí y por cosas del destino esa relación llegó a su fin (para la tranquilidad de mi papá), entonces descubrí mi problema para llevar una relación de "amiguis" con otras mujeres, definitivamente no lo logro (ese será motivo de otro post). En cambio se me hizo re-fácil hacer amistad con los hombres, luego de cinco años he aprendido lo suficiente como para concluir que conmigo las fichas se mueven de manera diferente.

Me estorba la labia. Me estorban los poemas arjonescos. Prefiero el silencio a una conversación donde el chico pretende llamar la atención contándome sus historias donde él es el imprescindible, el que salva al mundo, el que salva a sus amigos, el esencial, el macho alfa, el que ya lo supo todo antes que nadie pero por falta de fama no lo dio a conocer antes, el que no puede dejar de decir "yo" cada quince palabras, el que estuvo con la más buenas. Me molesta que me hagan altares, que me digan que soy perfecta, que soy hermosa, que soy lo máximo, no señores... no lo soy, soy un saco de errores.

Y cómo me di cuenta de todo esto? pues con la práctica! No tengo un gran historial de ex's pero como ya lo mencioné antes, el estar con amigos casi todos los días durante 5 años ya me deja el mapa bastante claro de qué es lo que en realidad quieren, lo que dicen, lo que piensan; por supuesto, me van a decir que me falta conocer otro tipo de gente y esas cosas, yo sé, pero ellos me ayudaron indirectamente a no ser tan ingenua, a desconfiar. Por lo general cuando salgo con un chico soy bastante tímida, hasta podría decir que aburrida, pero es hasta entrar en confianza, por otro lado si ya empiezo a notar la labia sólo quien realmente me conozca se dará cuenta que prefiero que me pise un bus a estar escuchando el trillado discurso.

No entiendo por qué es todo tan complicado. Qué les cuesta mostrarse como realmente son? o es que acaso la complicada soy yo? "A mí me gusta la simplicidad de la gente simple" lo dice Libertad en una de las tiras de Quino, y es totalmente cierto, puedo salir más sorprendida y feliz por un abrazo espontáneo (que me sucedió =)) que por el megaplan de día sábado. A la final lo que importa es la compañía y pasarla bien... En fin, mejor dejo de escribir antes de cambiarme de tema, comencé hablando de mis 4 años y terminé con lo del sábado jaja.