por la famosa fechita.

Esta fecha me intoxica. Esta vez no rezamos la novena, me la sé de memoria y lo que más me molesta es que se mandan el Padre Nuestro y las Aves Marías como carrera de trabalenguas.

Los centros comerciales a explotar, los amigos secretos, el intercambio de regalos. Los deseos de paz, amor y prosperidad para ti y tu familia, con los sinceros deseos de (aquí tu nombre, no importa que no te sepas el mío), el día de trabajo (joer! me tocó trabajar hoy), las deudas, el pavo, los huesos del pavo, la salsa para el pavo. En fin, odio esta fecha. La odio por el simple hecho de que la gente no se acuerda qué se celebra, no me voy a ir por el aspecto religioso del asunto porque la iglesia me cae mal, la gente se olvida que nació un pana que hizo una revolución y que lastimosamente vivió apenas 33 años (si es que esa era su verdadera edad), yo tengo 21 y todavía no he hecho nada. Este ha sido el peor mes, me han dicho de todo, me han recalcado lo que soy, lo que hago, lo que no hago y lo que debería hacer. Si yo me considero una buena persona (poco probable) o no (muy probable) es problema mío! Pero bueno no quiero desviarme del tema.

Si algo no voy a hacer es desear una Feliz Navidad Y NiSeQueCosasQueSeDeseanEnEsteD

ia. No pienso mandar mensajitos de texto con arbolitos pixelados y acabar mi saldo, a lo mucho un sincero mensaje a mis amigos, los de verdad. Porque si hay una fecha donde la hipocresía sale a flote y se muestra en su máxima expresión es esta!

Así que gente, aprovechen este día, compren el regalo a su amigo secreto por lo menos con un costo de 45% más que la base, sonrían, coman, beban, manden mensajes, manden cadenas y olvídense de qué se está celebrando hoy. A la final pasamos de mes y de año y volvemos a ser los mismos (ponga su calificativo aquí) de siempre.

Y como lo dice el Daniel Valencia de la metro estación... Tengan la bondad de ser felices.