No me pidas eso, porque no lo voy a hacer, es lo único que separa el patético mundo externo de mi (menos patético) mundo. No me interesa escuchar los comentarios de otros, las conversaciones ajenas, chistes, llamadas de atención, ruidos de teléfonos, tráfico, motores, bocinas, piropos. Solo me interesan mis pasos, mis pensamientos y mis soundtracks, solo me interesa ir construyendo cada historia al ritmo que tenga en mi cabeza o empleando algún tipo de sinestesia, para reconstruir historias vividas, una canción que me recuerda a alguien, a algo, a algún lugar. Que me voy a quedar sorda? Si fuera así ya debió suceder hace mucho tiempo, y aquí estoy, sola con mi música, en la calle, en la oficina, en la casa, cantando con mi desafinada voz, hundida en mí.
Galeria de visita a La Habana
Hace 3 meses
1 comentarios:
La musica, buena compañera de viajes y armonia para el alma ;)
Saludos
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