Algún día te vas a cansar de mí, te hartarás de mi mal genio y mi tristeza, de mis cambios de ánimo y mis pocas ganas de vivir. Te cansarás de mi silencio, de mi incapacidad o poca facilidad de decir lo que siento y lo que pienso.
Y te irás, así como lo han hecho otros, expondrás razones, pero en el fondo los dos sabemos que tu paciencia y mi mala actitud llegaron a un límite.
Gracias por la atención que me prestaste.
Y te irás, así como lo han hecho otros, expondrás razones, pero en el fondo los dos sabemos que tu paciencia y mi mala actitud llegaron a un límite.
Gracias por la atención que me prestaste.
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