martes, 9 de agosto de 2011

Ya estando casi listos para la fiestita tenía que pasarme una desgracia, para variar en la cara. Durante los últimos 3 meses he estado con lastimados en el rostro, sea por depilación, fuegos o granitos. Pero la del domingo fue épica.

Resulta que amanecimos en la casa de un amigo, a la mañana ya listos para partir me dediqué a acariciarle al perrito en la cabeza, un akita gigante; pues el brillante de mi amigo no contó que tenía lastimada la oreja, y yo sin problema le pasé una mano por ahí. En un abrir y cerrar de ojos tenía al hocico del animal en mi cara, solo atiné a taparme la cara y darme la vuelta, el dueño le sacó al perro y yo corrí a un espejo. El resultado: un rasguño de unos 8 cm en la mejilla, par gotas de sangre y un susto maldito. Ese rato me puse alcohol y salimos directo a la casa a alistarnos para salir con mi suegra y cuñadas.

Ya una vez en la casa le llamé a mi mamá para que me de el número de mi tío el doctor para comentarle del accidente. Mi mamá casi se muere del susto, peor mi papá, seguramente él ya pensó que se me cayó media cara. En fin, les tranquilicé un poco y enseguida le llamé a mi tío. Su receta fue ponerme una pomada y lavarme seguido, pero mis papás insistieron en que me haga vacunar, de lo que sabía eso eran 30 inyecciones en el ombligo :S, y yo que soy medio cobarde con las inyecciones ya armé el drama en mi cabeza.

Fuimos al Vozandes y me atendieron enseguida. La doctora me comentó que según el Ministerio de Salud de acá hay que esperar 10 días a ver si el perro se muere o no, y si se muere me tengo que vacunar. Según norteamérica en cambio, debo vacunarme quiera o no. Luego de conversar con el Juan de qué hacer pues decidimos esperar, el perro sí está vacunado contra la rabia y la economía no da para ese tipo de por si acasos, mucho menos mi voluntad para aguantar tantos pinchazos. La buena noticia es que si me toca vacunarme ya no son 30 pinchazos en el estómago, sino 5 inyecciones en todo el mes, cada una repartida en los brazos y las piernas (por lo que me mordió en la cara). En todo caso me salvé de la antirrábica pero de la antitetánica no, ni de los antibióticos, ni los anti-inflamatorios y pero de la curación de la herida, me limpiaron tanto que terminé con la cara hinchada y ahora estoy con un morado en el rostro.

Luego de pasar por el hospital fuimos donde mi suegra y luego mis cuñadas. Del domingo a hoy habré contado mínimo unas 9 veces la historia de mi cara. Ya estoy con el ánimo normal, menos el domingo que me dio un bajón maldito, no solo por lo del accidente sino por ciertas actitudes que vi de mi suegra hacia mí y que me hicieron sentir medio mal. Pero bueno ese es tema de otro post.

Ahora debo cuidarme del sol, toda la preocupación de mi familia es que esté lista para el matrimonio. La verdad NO ME IMPORTA, de hecho ni si quiera me he puesto a hacer dieta, con la cara lastimada tampoco creo que deba hacer mucho ejercicio por si el sudor vaya a infectar o algo. Y bueno, en general ya quiero que pase ese día y olvidarme de todo, es increíble la importancia que le dan a esa fiesta.

Mi papá me ha sugerido que me guarde el resto del mes por si me vaya a pasar algo de nuevo. Accidentes son accidentes y sí algo aprendí de este es que las únicas mascotas que podría tener ahora son un caracol o una tortuga.

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